Trabajar desde un cómodo home office, reuniéndose a distancia por videoconferencia con compañeros y clientes puede ser la opción preferida por algunos profesionales. Pero, en ocasiones, es beneficioso para el proyecto y para el estado de ánimo poder acudir a un espacio de trabajo externo, equipado para atender las cambiantes necesidades del día a día y para compartir con otras personas. Estos lugares disponen de todo tipo de instalaciones necesarias para el entorno laboral e incluso entornos más informales que favorecen la socialización y la conexión personal.
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¿Qué es el coworking? Los coworking son, ante todo, espacios flexibles, diseñados y equipados para atender todas las necesidades que puedan surgir durante una jornada laboral. Así, aplican estándares del diseño de interiores de los espacios de oficinas desde una perspectiva versátil, capaz de encajar con profesionales de disciplinas, empresas y sectores diferentes. Una de las cosas que más preocupan en estos espacios compartidos son puntos para la concentración, la calma y la privacidad, imprescindibles que podemos suplir con soluciones contra el ruido como son las Cabinas Qyos, que aíslan del exterior, tanto de manera acústica como térmica.
¿Cómo funciona el coworking? En la organización de los coworking, existen diversas posibilidades dependiendo del tamaño del espacio y de las necesidades de los profesionales o pequeñas empresas que optan por esta opción. Así, si se trata de un ‘freelance’ que desea trabajar en un entorno profesional, es posible ‘alquilar’ un puesto de trabajo individual dentro de un entorno compartido. En esos casos, es importante que el coworking esté equipado con puestos operativos de calidad profesional testada con, por ejemplo, mesas como Mobility Air y Step y sillas pensadas para cuidar al máximo de la ergonomía como A+S Work. En el caso de proyectos en que colaboran dos, tres o más personas, también es posible reservar un pequeño grupo de puestos, tanto de manera continua como para reuniones esporádicas si, por ejemplo, los miembros del equipo se reúnen un par de veces por semana. Aquí es necesario que el mobiliario sea flexible y ágil para poder configurar diferentes opciones entre los miembros de los equipos. En caso de espacios compartidos de trabajo más amplios, que puedan ocupar toda una planta de un gran edificio, es posible disponer de una o dos salas privadas, y/o de cabinas como complementos. Además, un punto diferencial de las cabinas es que se pueden personalizar. Bien con la identidad de marca del espacio, o si dentro del espacio son grupos de personas que pertenecen a una empresa, se puede personalizar según sus valores para tener su propia identidad y gráfica dentro del coworking.
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Tipos de coworking Hay varios tipos de coworking que se adaptan a diferentes necesidades y preferencias. Aquí hay una descripción de algunos de los tipos más comunes: Espacios de coworking generales: Suelen ser flexibles en términos de membresía y ofrecen un ambiente de trabajo colaborativo. Espacios de coworking especializados: Especializados en atender a profesionales de un sector específico, como diseñadores, programadores, escritores o artistas. Estos espacios pueden ofrecer recursos adicionales relacionados con ese campo en particular, como estudios de fotografía, equipos especializados o laboratorios. Espacios de coworking corporativos: Muchas empresas han adoptado el coworking como una forma de permitir a sus empleados trabajar de manera más flexible o colaborar con personas externas. Coworking en centros de negocios: Algunos centros de negocios ofrecen espacios de coworking como parte de sus servicios en áreas comerciales importantes. Coworking rural: A medida que el trabajo remoto se ha vuelto más común, ha surgido la tendencia del coworking rural. Se encuentran en áreas rurales o pequeñas ciudades y ofrecen un entorno tranquilo y natural para trabajar. A menudo, se combinan con opciones de alojamiento para aquellos que deseen escapar de la ciudad durante un tiempo.
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Saliendo un poco de la categoría de coworking, también están proliferando los workcafés, cafeterías en las que degustar una bebida o sándwich mientras se mantiene una reunión de trabajo, se redacta un informe o se responden emails pendientes.
Ventajas y desventajas de los espacios compartidos A la hora de elegir trabajar en espacios compartidos de trabajo es esencial saber bien qué es un coworking pero, también, cuáles son las ventajas y desventajas que implican frente a otras instalaciones orientadas a la labor profesional. Ventajas del coworking Los costes de reservar un puesto en espacios de trabajo compartidos son inferiores al alquiler de una oficina. Los gastos y el mantenimiento de las instalaciones corren a cargo del propietario y de no del freelance Disponen de equipamiento profesional, desde sillas y mesas operativas a, por ejemplo, fotocopiadora y escáner. Disponen de salas de reuniones de las que carece, por lo general, el home office. Favorece la socialización y, en caso de disciplinas afines entre los usuarios del coworking, pueden generarse sinergias y proyectos compartidos. Desventajas del coworking Cuando hablamos de espacios abiertos compartidos, es posible que el nivel de ruido ambiente sea excesivo. Para eso, es importante contar con soluciones acústicas como paneles fonoabsorbentes y divisorias móviles. La privacidad puede ser un problema a la hora de mantener llamadas telefónicas o reuniones virtuales. Las cabinas Qyos favorecen la calma y la concentración y aíslan del exterior. Cuando el flujo de usuarios es cambiante y diverso, puede ser complicado adoptar medidas que optimicen el uso de las instalaciones. Para eso es necesario implantar soluciones de smart working.
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